Himno de Guatemala

El himno de Guatemala o Himno nacional de Guatemala es un emblema para este país centroamericano. En realidad este himno fue originalmente escrito por el poeta cubano José Joaquín Palma, y la música fue compuesta por Rafael Álvarez Ovalle en el año de 1897.

Sin embargo en 1934, José María Bonilla Ruano realizó algunos cambios a la letra, ya que anteriormente hablaba de temas de guerra y también de la independencia cubana, ya que el compositor original había participado en dicha guerra.

Unos treinta años luego de haberse realizado la primera composición, la Academia de Música de Milán interpretó que el Himno Nacional de Guatemala era el himno más hermoso del mundo. En el año de 1965, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) rectificó esto, e indicó que el Himno Nacional de Guatemala, la Marsellesa de Francia y el Himno de Checoslovaquia eran los tres himnos más hermosos del mundo.

I

¡Guatemala feliz…! que tus aras
no profane jamás el verdugo;
ni haya esclavos que laman el yugo
ni tiranos que escupan tu faz.
Si mañana tu suelo sagrado
lo amenaza invasión extranjera,
libre al viento tu hermosa bandera
a vencer o a morir llamará.

CORO

Libre al viento tu hermosa bandera
a vencer o a morir llamará;
que tu pueblo con ánima fiera
antes muerto que esclavo será.

II

De tus viejas y duras cadenas
tú forjaste con mano iracunda,
el arado que el suelo fecunda
y la espada que salva el honor.
Nuestros padres lucharon un día
encendidos en patrio ardimiento,
y lograron sin choque sangriento
colocarte en un trono de amor.

CORO

Y lograron sin choque sangriento
colocarte en un trono de amor,
que de patria en enérgico acento
dieron vida al ideal redentor.

III

Es tu enseña pedazo de cielo
en que prende una nube su albura,
y ¡ay! de aquel que con ciega locura
sus colores pretenda manchar.
Pues tus hijos valientes y altivos,
que veneran la paz cual presea,
nunca esquivan la ruda pelea
si defienden su tierra y su hogar.

CORO

Nunca esquivan la ruda pelea
si defienden su tierra y su hogar,
que es tan sólo el honor su alma idea
y el altar de la patria su altar.

IV

Recostada en el Ande soberbio,
de dos mares al ruido sonoro,
bajo el ala de grana y de oro
te adormeces del bello quetzal.
Ave indiana que vive en tu escudo,
paladión que protege tu suelo;
¡ojalá que remonte su vuelo,
más que el cóndor y el águila real!

CORO

¡Ojalá que remonte su vuelo,
más que el cóndor y el águila real!
y en sus alas levante hasta el cielo,
Guatemala, tu nombre inmortal.

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